Adoptar un perro: la mejor decisión del 2020

Aunque tener perro siempre ha sido uno de nuestros principales deseos, por circunstancias de alquiler y permisos de contratos, nunca pudimos decidirnos a ello. Pero la cosa cambió en el 2020, cuando pasamos tanto tiempo encerrados en casa (casi 4 meses) y supimos que era el momento para adoptar a un perro para que tuviera tiempo a adaptarse a nosotros.

Y Rosco nos robó el corazón. Consultamos con la Protectora si se habían retomado las visitas y las adopciones y así fue. Que no os engañe la foto... quién conoce a Rosco sabe que es pura energía, jajaja

Y a partir de aquí se inicia un camino muy bonito de conocerse, entenderse, sincronizar ritmos, adaptarse a sus costumbres y él a las nuestras... Cada mañana te recibe como si no te hubiera visto en años, como si el mejor regalo fuese despertarse y encontrarse contigo. Se ha creado un vínculo muy especial con él y la conexión que tiene con Ángel es brutal.

Ángel probó distintas correas: de muñeca, de atar a la silla y la que usa actualmente, que va sujeta en la cintura para poder llevar las manos libres al desplazarse. Como siempre, hay que elegir dependiendo de cada situación: si el perro tira mucho en los paseos, es importante contar con los posibles desequilibrios que te va a ocasionar en la silla de ruedas, sobre todo si también tienes afectadas las manos, como es su caso.

Había muchas cosas de Rosco que no conseguíamos comprender. Aunque es un perro con un corazón inmenso y que siempre quiere estar rodeado de gente, muchas veces su manera de relacionarse y su excesiva energía le causaba muchas dificultades. Y así, como siempre en la vida, decidimos buscar a alguien que nos echara una mano.

A través de la clínica veterinaria (podéis seguir su perfil de IG @huellas_vets) nos pusimos a trabajar con una etóloga. La etología estudia qué comportamientos desarrollan los animales y a qué pueden deberse. Gracias a la observación, pueden anticiparse y darte pautas para mejorar tu comunicación con él o también que se relacione mejor con otros animales.

Gracias a todo el asesoramiento y trabajo de sus veterinarias y su etóloga, Rosco ha conseguido adaptarse a su nuevo entorno y aunque aún quedan muchos aspectos por mejorar, creemos que hoy es un perro más feliz y tranquilo de lo que era. Para nosotros, compartir vida con él es un auténtico regalo. Nos ha enseñado mucho sobre querer a alguien de forma incondicional y valorar los pequeños momentos que nos regala el día a día.

#Adoptar significa no saber qué ha visto, qué ha vivido, qué ha sentido y qué ha sufrido en los años previos a llegar hasta ti. Adoptar significa suponer que muchos de los miedos que hoy tiene se deben a que un día lo abandonaron y se quedó solo.

Pero las segundas oportunidades están para vivirlas a tope y ¡Rosco se lo merece MUCHO!

#AdoptaNoCompres